Los cambios consistieron en un reordenamiento de partidas para priorizar áreas consideradas críticas.
En materia de seguridad, se reasignaron recursos que permitieron un incremento del 20 % en el personal de la Guardia Urbana Rafaelina y del Centro de Monitoreo, una previsión que no figuraba con aumento real en el proyecto original.
El Presupuesto también incorporó fondos para la realización de un estudio hídrico en el sector oeste de Rafaela, con el objetivo de planificar el crecimiento productivo.
A su vez, se creó una partida específica para garantizar el financiamiento de servicios básicos de las vecinales, atendiendo un reclamo de la Federación de Entidades Vecinales y buscando mayor previsibilidad en la asignación de recursos.
Además, se aprobaron ajustes destinados a avanzar en la implementación de cortinas forestales, en línea con planteos del sector agropecuario y entidades productivas.
Las modificaciones fueron promovidas por los concejales Juan Senn, María Paz Caruso, Maximiliano Postovit y Valeria Soltermam, quienes señalaron que los cambios permitieron adecuar el Presupuesto a las prioridades actuales de la ciudad.
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