La Comuna reiteró la importancia de cumplir con la clasificación de residuos, con el objetivo de mantener la limpieza urbana, proteger el ambiente y facilitar el trabajo en la planta de reciclado.
Los contenedores amarillos y naranjas están destinados a los residuos húmedos, entre ellos frutas, verduras, restos de comida, cáscaras de huevo, servilletas y papel usado, además de alimentos en mal estado. En este mismo sector también deben depositarse los residuos sanitarios, siempre en bolsas separadas de los restos orgánicos.
Por su parte, los contenedores verdes corresponden a los residuos secos como plásticos, cartón limpio, papeles, telas, vidrios y metales. Allí no deben arrojarse desechos húmedos ni sanitarios.
En cuanto a escombros, restos de poda, ramas, maderas y desechos de obra o de jardín, se recordó que no deben colocarse en los contenedores. Estos materiales deben disponerse sobre el espacio verde frente al domicilio, para que sean retirados por personal comunal.
La comuna destacó que la correcta separación de los residuos es una acción sencilla que contribuye a la sustentabilidad del pueblo y mejora las condiciones de trabajo de quienes se desempeñan en la planta de reciclaje.
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